El precio del vino es en muchísimas ocasiones tema de conversación entre los consumidores de vino, si bien es cierto que la inmensa mayoría nos miente acerca del precio al que compra el vino que consume, por regla general, siempre dicen que lo han comprado a un precio menor. Sin embargo, cuando se trata de vinos de gama alta, sucede totalmente lo contrario, es muy habitual inflar el precio a la hora de hablar de él.
¿Es su precio sinónimo de…?
Lo primero que comprobamos es que el precio del vino es un tema de controversia, no solo entre los consumidores, también entre productores y vendedores. Tenemos que diferenciar entre vinos de gama baja, media y alta. Esto lo tiene claro todo el mundo, no obstante, lo complicado para la gran mayoría de consumidores es saber a qué criterio o criterios atenerse a la hora de ubicar un vino en alguna de estas categorías.
Para los profesionales del vino es mas sencillo ubicarlos que para el consumidor, principalmente porque es su profesión, manejan perfectamente los conocimientos y además tienen mejor acceso a una gran variedad de vinos. Pero bueno, no tenemos que desesperar, como consumidores debemos dejarnos asesorar por uno de los muchos expertos en vino que existen, por ejemplo un sumiller. Estos profesionales nos van a asesorar de la mejor manera posible atendiendo tanto a nuestros gustos como a nuestro bolsillo.
Un experto en vinos también nos va a decir siempre que el precio del vino nunca es sinónimo de que el vino nos vaya a gustar más o menos e incluso en muchísimos casos tampoco es sinónimo de calidad. Podemos encontrarnos auténticas joyas a precios irrisorios.
¿En base a qué se decide el precio correcto de un vino?
El precio del vino viene dado por un escandallo de costes de producción, elaboración, embotellado y etiquetado, distribución, etc. a todo ello hay que sumar el beneficio que el productor pretende obtener al comercializar el vino. Atendiendo a este criterio, sería relativamente lógico que a mayores costes mayor calidad tiene el vino. Sin embargo, hay costes que poco o nada pueden influir en la calidad del producto, como por ejemplo, la etiqueta o la caja en la que se presenta el vino, aunque si que ayuda a su venta una buena presentación.
Por el contrario, un buen tapón de corcho va a influir en la calidad y también en la conservación del vino y mientras mejores son los corchos más caros son.
4 factores Condicionantes a la hora de comprar un vino.
Existen muchos factores que nos condicionan a la hora de comprar un vino:
1-. Uno de ellos es sin duda la presentación del vino, esto sucede sobre todo si el vino que vamos a comprar es para regalar, hay que impresionar y la primera impresión solo se nos presenta una vez.
2-. El boca a boca o la recomendación de ese amigo del que tanto nos fiamos o que tenemos como un snob. Si tenemos a alguien al que consideramos entendido en vinos, nos vamos a fiar casi a pies juntillas de sus recomendaciones.
3-. La marca, tenemos que reconocer que en lo que se refiere al vino, somos muy marquistas. En muchas ocasiones vamos a comprar vinos según la fama o prestigio que sabemos o creemos que tiene determinada marca.
4-. El precio, es posiblemente uno de los factores que más nos condicionan a la hora de comprar un vino. En su justa medida esto no es para nada negativo. Cada cual sabe hasta donde puede llegar su economía y si se compra atendiendo a ella es completamente normal. Otra cosa distinta es que se tenga la creencia al 100% de que el precio es sinónimo de calidad.
Además de estos cuatro factores, sería de lo más conveniente añadir un quinto factor que sin duda es el más recomendable y casi infalible y éste sería el dejarnos asesorar por un experto en vinos. De este modo, nos vamos a garantizar el éxito.
